Mis Cicatrices

Estamos en un punto aparte de la historia donde comenzamos una nueva línea en nuestro libro, recordamos las caídas, los golpes, los moretones y por tener cicatrices no soy un perdedor, memorizo cada una  acariciando suavemente su realce, su tamaño, su profundidad y admirando su color. 
En la mente me llegan muchos momentos como ocurrió cada una de ellas y me siento orgullosa de llevarlas conmigo, por qué a pesar de que fue muy dura la caída, que me golpearon cada vez que me encontraban en el suelo, que me gritaban, me ofendían y me escupían, no hablo solo de personas hablo de momentos, hablo de situaciones que cada palabra iba sumando para una humillación. Es aquí donde comprendo que la vida me preparaba para una batalla, que si no fuera por quien y como soy no fuera salido victoriosa de cada una de ellas.
 ¿Por qué negar lo?  fue muy duro, me caí muchas veces solo contaba conmigo, todos me dieron la espalda, al final del día solo esperaba cerrar la puerta para que mis lagrimas brotaran, pensé en acabar conmigo, pensé en no seguir, mi única motivación era mirarme al espejo y saber que no me encontraba sola, soy imagen y semejan de Dios.
Con todo esto quiero llegarte a decir que si estás pasando por un momento difícil, no desesperes es solo un momento tarde o temprano el sol saldrá e iluminara cada rincón, cada espacio si tú se lo permites, adelante lucha por lo que quieres, solo eres un cristal pero mas tarde te darás cuenta que el cristal brillará y será un diamante solo debes brillar, que Dios te permita ver en ti lo grandioso y especial que Él vio cuando te creo.

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